DEBO NO NIEGO; PAGO LO JUSTO
Desalojos al mejor postor

 

 

Si recibes una carta de El Barzón dándote el aviso oportuno de que tu casa saldrá a remate judicial no dudes ni por un momento en acudir a buscar ayuda, pues aún estás a tiempo de salvar tu patrimonio.

Las cartas de edictos de remate han sido durante más de quince años la campaña estelar del Barzón, una asociación civil apartidista que lucha por los pagos justos y protege la dignidad y el patrimonio de las personas.

La necesidad de dar estos avisos con urgencia a quienes se encuentran en cartera vencida surgió de la búsqueda de una respuesta, para enfrentar los desalojos forzosos que derivan del remate en juicios de bienes y viviendas propiedad de quienes no ha podido pagar sus deudas.

Delia es una mujer adulta mayor nacida en el sur de Veracruz y hoy vecina del puerto, quien por allá del año 2010 solicitó un crédito para adquirir una vivienda, pero una tragedia personal que marcó su vida para siempre por significar la pérdida más irreparable que una madre pueda sufrir dio un giro inesperado a su historia y la llevó a ser demandada por su acreditante al haber dejado de hacer los pagos mensuales.

Refiere cuantas veces se acercó a la financiera sin que hubiera podido resolver nada y así pasaron los años hasta que un día recibió una carta de edictos del Barzón, recuerda con gran arrepentimiento que tomó la carta y en lugar de acudir a buscar ahí mismo la ayuda, buscó a un abogado, quien le dijo haber tramitado un amparo con el que ella en ese momento señala recobró la tranquilidad, desafortunadamente no fue tratada con ética y honestidad, lo que motivó que se perdiera para siempre la oportunidad de presentar una defensa adecuada a sus circunstancias y al caso.

Fue nombrada rebelde por no contestar siquiera la demanda, y hoy casi cuatro años después recibió la notificación de desalojo; recordó entonces aquella carta que le llegó y buscó en internet, su paso es acompañado por una pesada maleta que contiene cientos de hojas, son su expediente del juzgado que logró obtener sin conocimientos legales y pidiendo piedad a su situación de inminente desalojo.

Me relata que buscó abogados hasta de la Ciudad de México y que en ellos pagó quien sabe cuántas veces la deuda, sin que fueran los adecuados por no corresponder a la confianza que se les depositó.

¡¿Y cómo saberlo?! Me dice -“si mi caso era como ir al médico para una operación, si te piden cincuenta los pagas, si te dicen vamos a repartir dinero lo das, viví todo el tiempo con taquicardias”, y así resume el miedo constante que sufrió.

Para colmo de su situación la Suprema Corte de Justicia de la Nación ha emitido una jurisprudencia que ha legalizado los desalojos al mejor postor, obsequiándolos a quienes resultan los nuevos dueños aún sin necesidad de tener escriturados los bienes a su nombre, se trata de la 37/2019.

Fue la Primera Sala de la Corte, en donde fungió como ponente la Ministra Norma Lucia Piña Hernández votando a favor de su proyecto los ministros Jorge Mario Pardo Rebolledo, Alfredo Gutiérrez Ortíz Mena, y Juan Luis González Alcántara Carrancá, siendo el único disidente el ministro Luis María Aguilar Morales, éste último quien hace honor a su apellido.

Pues es una cuestión de derecho, de justicia y de moral proteger a los ejecutados hasta el último momento con la posesión de sus viviendas para que puedan agotar todo tipo de recursos legales que les permitan una defensa oportuna y digna frente a todos los vicios y fallas del sistema financiero y de impartición de justicia antes de ser desposeídos de sus bienes, es decir, desalojados.

Son graves la faltas, profundas las brechas y altas las deudas del Estado mexicano para con sus ciudadanos en la obligación de tutelar el derecho a tener vivienda digna y decorosa.

 

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