Dejar de pagar renta y tener un lugar propio para habitar, en beneficio de la calidad de vida de nuestras familias, puede convertirse en una pesadilla si la adquisición es a crédito y se deja de lado el estudio de las letras chiquitas del contrato.
No solo el aspecto legal es el que debe considerarse; primero debe atenderse el impredecible futuro y los factores externos que no están a nuestra mano regular, como el desempleo, una enfermedad, un nuevo miembro en la familia o una pandemia.
¿Qué de todo?, qué es lo más importante para tener en cuenta al momento de decidir si contrato un crédito para comprar casa, y si lo hago con una financiera, un banco o con un fondo de vivienda.
Lo mas importante no es la ilusión de convertirse en dueño de una vivienda, precedida por la constante molestia de darle a ganar a un “casero” por lo menos el 30% de nuestro ingreso mensual, porque los días entre una renta y otra, se van como agua. Comprar casa es una decisión que debe razonarse muy bien, y hacer cuentas, muchas cuentas, sobre las necesidades económicas a cubrir y los ingresos que para ello se tienen, el origen de los ingresos (empleado o emprendedor) y el modo o las alternativas que se tendrían si de la noche a la mañana se viera privado de esos ingresos.
Muy importante; el estado civil, si eres casado o soltero, si tienes dependientes económicos, y cuáles son las necesidades o requerimientos a cubrir, si cuentas con servicios de salud, en qué edad escolar se encuentran los hijos, como se distribuyen los gastos en el hogar y si tu familia depende de una sola entrada de dinero.
¿Qué pasa en caso de divorcio o separación?, quién se queda con el perro y quién con la deuda; sí, también eso hay que hablarlo cuando abunda el amor, en la etapa de las promesas cuando se es incapaz de hacer daño el uno al otro, y no dejarlo para el momento en el que ya no hay cabida para las palabras.
Cuando ya se ha pasado la etapa de las cuentas y los acuerdos, si no hay dudas y se tiene la posibilidad de admitir una deuda mas al presupuesto familiar, entonces se debe pasar a la selección de la vivienda, por ubicación, cercanía, suficiencia de servicios públicos, poca o nula inversión de inicio, plusvalía y precio justo.
Después seleccionar muy bien a quien se le va a pedir el préstamo, a quién se le va a hipotecar nuestro ingreso de por lo menos los próximos 25 años, porque los créditos de vivienda son de largo plazo.
Ahora sí, a revisar el contrato, buscar una buena asesoría legal para entender lo que dicen las cláusulas y saber qué seguros aplican, los trámites que deben hacerse para hacerlos válidos, las previsiones en caso de sufrir desempleo, lo que sucedería en caso de defunción.
Y sobre todo el apartado de las cláusulas financieras del contrato de crédito, en donde se define el plazo de pago, la tasa de interés ordinaria que va a pagarse, si se permiten hacer pagos anticipados y la tasa de moratoria.
Este debe venir acompañado de una tabla de amortización o corrida financiera para leer con claridad cuanto se amortizará del capital de manera mensual, si es un crédito a pesos, y ojo, si contratas con un fondo de vivienda toma en cuenta que el pago se va a descontar de tu sueldo.
Y que estos créditos aparte de la tasa de interés tienen un factor de actualización anual para el mes de enero en el que se ajustará el valor del monto prestado, si no te prestan en pesos recuerda que las unidades de medida aplicadas van a tener una actualización de valor cada año, lo que a su vez a ti te va a perjudicar si no haces abonos a capital, pues año con año la deuda subirá.
Es importante revisar todos estos apartados antes de hipotecar el futuro, medir fuerzas y tomar una correcta decisión antes de embarcarse en una aventura desconocida, te evitarás muchos disgustos y sobre todo la pérdida de tu patrimonio. Una última recomendación, jamás hipoteque su casa para pagar una deuda, y menos ahora; y menos para resolver sobre tarjetas de crédito.
Si tienes dudas, búscame o escríbeme, leo todo lo que me mandan y a todos les doy respuesta.
@terecarbajal