En México tres de cada cuatro hijos de parejas divorciadas no reciben manutención por parte del padre, por lo que las madres solteras deben cubrir las necesidades económicas de los niños y dedicarse a sus cuidados
Apenas este pasado 10 de mayo celebramos la fiesta en honor a Mamá, día dedicado a reconocer los esfuerzos que las mamás hacen todos los días del año y desde el momento en que se enteran de la concepción para criar a sus hijos.
La maternidad implica para las mujeres cambios a nivel psicológico, emocional, social y no se diga físicos que determinarán la vida para siempre, y le pondrán en un camino sin retorno de una labor que motivada en el amor incondicional raya en lo sobrehumano para protección del hijo, una encomienda sin término ni fecha de caducidad.
Aparte de todos los abandonos sociales que se viven en esta etapa, la pérdida más fuerte es la del esposo o pareja, pues las mujeres que viven la maternidad en soledad, llevan a cuestas una doble carga en donde la parte económica hará aún más complicado atender el desarrollo del niño.
Con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) el 67.5% por ciento de las madres solteras en el país se enfrentan a la evasión de las obligaciones alimentarias de sus exparejas, porque los obligados al pago de la pensión alimenticia a sabiendas de las necesidades que tienen sus hijos o acreedores alimentarios buscan toda clase de excusas y en algunos casos hasta artimañas para no cumplir.
Haciéndose los desempleados, bajándose el sueldo, inventando otras obligaciones alimentarias y un largo etcétera en donde los más afectados son los menos culpables. A saber, las pensiones alimenticias no solo comprenden los alimentos, sino el vestido, la vivienda, los estudios, la asistencia médica y todo aquello que se relacione directamente con el correcto desarrollo del acreedor alimentario por lo que su pago, es muy importante e ineludible.
Las pensiones alimenticias no son renunciables por quienes tienen derecho a recibirlas, ni deben ser objeto de negociación por quienes están obligados a pagarlas.
Sin embargo, muchas veces por temor, por inseguridad o por evitar alguna represalia o acto de violencia en su contra las madres solteras toman la decisión de no pedir este pago al papá de sus hijos, haciendo maravillas para poder solventar toda la carga solas.
Para solicitar una pensión alimenticia debe acudirse a un juez civil especializado en materia de familia de los que ya tenemos en Veracruz, presentando una solicitud sencilla de la misma, pues básicamente debe acreditarse con el acta correspondiente el parentesco con quien se demanda, así como sus datos y el domicilio en donde debe ser localizado para el pago.
El juez dictará de inmediato una medida provisional de pago de alimentos y requerirá al deudor al momento de emplazarle la demanda para que pague y garantice la pensión.
Es importante acompañar las constancias de estudios y una lista con comprobantes de ser posible de los gastos que se erogan para los menores, pues los alimentos son fijados por la autoridad judicial fundado en un principio de proporcionalidad, es decir si bien atenderá el reclamo del pago que se exige y la necesidad del que debe recibirlos, también atenderá a las circunstancias y posibilidades del que debe darlos.
En muchos casos este sencillo trámite se ve entrampado por la falta de asesoría, pues se acude a las fiscalías en reclamo de una obligación que debe pedirse, a un juez civil de lo familiar pues solo este tiene la facultad de juzgar para fijar dicha pensión y desde luego hacerla cumplir.
Ahora, hay defensorías e instituciones que tiene a disposición abogados gratuitos por parte del Estado que se pagan con los impuestos de todos, y es a esos lugares a donde debe acudirse para pedir el apoyo si es que no se cuenta con la posibilidad de contratar un abogado particular, pero debe hacerse.
Hay otras caras de la moneda, cuando se paga una pensión en demasía o cuando se ha terminado la obligación de cubrirla por el fin de los estudios y mayoría de edad, esto también debe verse ante un juez civil.
Envío una gran felicitación con mucho cariño y reconocimiento a todas las mamás. ¡Felicidades!