DEBO NO NIEGO; PAGO LO JUSTO
Teresa Carbajal
Están extorsionando por Whatsapp
Si tienes algún amigo que esté teniendo problemas de liquidez y que necesite préstamos, corre a decirle que no descargue aplicaciones de financieras en su celular, pues robarán sus datos y los números de sus contactos para usarlos de modo indebido.
Con frecuencia recibo avisos y llamadas de auxilio de quienes por primera vez (y sin tener deudas), se enfrentan al terrorismo que empresas de tecnología financiera realizan en su agravio, mediante el uso del servicio de mensajería instantánea de whatsapp.
Dichos mensajes contienen imágenes con el rostro de personas, que pueden ser sus conocidos, amigos o familiares (incluso desconocidos) acompañadas de textos inmorales y antisociales cuya finalidad es exponer y denigrar la imagen y la dignidad de la persona que aparece en la fotografía, pues a su nombre solicitan dinero para completar el pago que le deben a la financiera “patito infeliz”. A cambio del pago ofrecen a quien le ayude a pagar su deuda (al deudor), servicios a su nombre que pueden ir desde el lavado de autos hasta prácticas que están fuera de la ley y del comercio formal y no se diga de la moral y el decoro, como que el deudor se irá de esclavo a tu casa. Para completar, al final explican que el deudor buscado es un delincuente que se oculta para evitar hacer el pago de sus deudas, y que por dicho motivo piden “ayuda” a su contacto de whatsapp para que, ante su falta de responsabilidad, les ayude a ubicarlo y pedirle que pague, de lo contrario y en caso de no cooperar el titular de la línea telefónica con quien se establece el contacto será responsable del pago, pues el deudor lo dejó como responsable solidario.
Sin duda recibir este tipo de mensajes no es para nada agradable, porque si es el caso que usted estimado lector, nunca haya sido destinatario de este tipo de mensajería solo puedo decirle que no tiene idea de lo inmoral de las imágenes y textos que acompañan la “cobranza” de estos aparentes prestamistas digitales.
Como consecuencia el receptor del mensaje monta en ira y comienza un diálogo de defensa (mala idea) para pedir que no se les envíen más mensajes de esta naturaleza, lo que alimenta el fuego de parte del cobrador, pues comienzan a subir de tono las respuestas y el diálogo se enciende de tal modo que termina usted lo que sigue de enojado con el cobrador.
Sin embargo, esto no sucedió así, sino que el solicitante del crédito lo que hizo fue aceptar la descarga de una aplicación como parte de los requisitos que se piden para obtener el dinero y con ello dio acceso al prestamista digital, para acceder a sus fotografías, imágenes, contactos, y demás archivos e información que haya almacenado en su dispositivo móvil.
En otros casos mas graves, los cobradores de whats app, exhiben en redes sociales del deudor sus fotografías acusándolos de delitos de índoles federal, que no son ciertos, pero lo hacen con la finalidad de que el deudor, pague hasta lo que no le prestaron con tal de que bajen sus imágenes y no se les moleste más. Este asunto, verdaderamente grave en donde a veces nuestra única culpa es ser un contacto eventual de alguien no necesariamente conocido.
Lo cierto es que estos delincuentes tecnológicos están a años luz de las autoridades y por supuesto de nuestros legisladores, quienes nada han hecho para detener este terrorismo en aumento.
Los métodos de cobranza de Elektra, por ejemplo, quienes siempre están a la “vanguardia” en quejas y métodos poco sociales de recuperación de sus créditos, se quedan cortos comparados con el daño tan grave que las financieras están causando a la población, quienes quedan en impunidad bajo la excusa perfecta de que no hay ley ni sanción que se les puedan aplicar.