Las reparadoras de crédito son sociedades que han sido creadas a partir de un estudio minucioso del miedo de quien por primera vez se enfrenta a una deuda, adicionado con la presión que se autoejerce el deudor, por la pena de no poder pagar a tiempo.

El fracaso de la Condusef como ente protector de los usuarios de servicios financieros, la permisividad de los entes reguladores con holgadas reglas hacia los bancos, sofomes y demás otorgantes de crédito, para permitirles hacer y deshacer.

Y las múltiples formas de encubrir las cifras de moratoria que provocan altas tasas de interés y condiciones lamentables de nuestra economía que nos llevan a tener que pedir prestado, pero empeñando la tranquilidad, han propiciado que el problema de las deudas no pueda ser apreciado como un asunto social. Sino como un asunto personal de soluciones individuales.

Este fenómeno social poco abordado, ha generado un nicho de negocio y de oportunidades para las autodenominadas reparadoras de crédito.

Si nunca había escuchado hablar de las reparadoras, mire le cuento, son empresas que llaman clientes a través de publicidad engañosa, personas en situación de deuda pero con gran moral que han sido acorralados y no han encontrado modo de entrar en diálogo respetuoso con los cobradores de sus acreedores.

Así aprovechándose de esta necesidad de interlocución y representación, en anonimato y a cambio de un pago, las personas en situación de deuda caen en la trampa de creer que han encontrado asesores o defensores que no solo atenderán las molestas llamadas de cobranza, sino que les llevarán de la mano hasta ver la luz de la libertad de deudas.

Estos astutos vendedores, prometen ser negociadores de lujo para llegar a acuerdos de pago con los acreedores; justifican su negocio en la supuesta asesoría financiera y legal que toda persona en moratoria necesita, con la diferencia que al final no lo son. Pues el truco es que de principio, siempre la pintan muy bonito, sabedores que no serán fieles a su palabra, pues sobre la marcha te irán descubriendo las letras chiquitas y los ajustes del contrato.

El método utilizado es un plan de pagos a través de un ahorro o apartado mensual, con mensualidades que se calculan dependiendo de la cantidad total que se adeuda.

Comienzan con un cuestionario que logra indagar en datos personales de sus clientes, como su ocupación y su capacidad de pago, así calculan la cantidad mensual a pagar.

En lo que va de los últimos quince días, he recibido víctimas con documentos en mano que comprueban que estas leoninas empresas, cobran altas sumas, por una representación que prometen pero que no cumplen.

Una de las víctimas cuenta que pagó mensualidades de veinte mil pesos a la reparadora por un año, haga cuentas, al final ese dinero no sirvió de nada, pues cuando le llegó la demanda de su acreedor la reparadora la dio de baja del sistema y le obligó a contratar un abogado por su cuenta.

La segunda de las víctimas apenas había dado un par de mensualidades cuando comprendió que en realidad no estaban haciendo nada por él y buscaba la forma de terminar el contrato con la empresa.

Los servicios de estas empresas generan además comisiones mensuales y una cuota de éxito igual al 15% de la reducción que se obtenga en cada negociación.

¡Imagínese! Si debes cien mil pero logras un acuerdo de diez mil, el banco te habrá dado una quita por noventa mil pesos, y sobre eso tendrás que pagar a la reparadora trece mil quinientos, aparte impuestos, tu apartado mensual, la comisión y los impuestos.

Tenga cuidado, no arriesgue ni eche su dinero a la basura, las deudas tienen ya un estándar y la evaluación que hacen no solo los departamentos jurídicos sino los despachos de cobranza para determinar hasta dónde hacer quitas, depende de cuánto y en qué tiempo pueden recuperar los pasivos.

Mejor haga su propio plan, ahorre por su cuenta, piense que ya está pagando y reserve ese dinero para destinarlo solo al fin de pagar, solo así se resuelve tu deuda.

Claro que, si llega la demanda en el inter, no hay de otra, hay que contestarla y defenderse, para evitar que la situación avance. Este fin de año es una buena ocasión para pensar en esos pendientes de pago que se tienen, un buen fin para el aguinaldo es ocuparlo para dormir tranquilo. Hasta la próxima.

www.elbarzonrc.org

elbarzonrc@yahoo.com.mx

@terecarbajal

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