Estamos rumbo a la recta final del año, y es hora de preparar la lista de compras, pagos, pendientes, seguros y ponernos a revisar los gustos, necesidades y necedades en las que gastamos el dinero.

El pasado 31 de octubre fue el día mundial del ahorro, una invitación anual a reflexionar y a revisar los motivos justificados y las excusas que ponemos para no ahorrar.

Y es que, sí me lo va a creer, pero cada que sale a colación el tema del por qué no podemos ahorrar y llegamos a la edad madura sin el respaldo o la fortaleza de un ahorro, la respuesta es “no me alcanza”, “nunca me sobra”, “tengo muchas deudas”, o peor aún, la clásica pregunta-reclamo, ¿¡de dónde!?

Total que la conclusión final es que casi, casi sobrevivimos de milagro, porque al hacer la cuenta de lo que ganamos y confrontarla con lo que gastamos, el resultado final es ese, que vivimos de milagro.

Y que, para completar la cuenta quincenal, mensual, o los extras que requiere nuestra existencia necesitamos de préstamos a la caja de ahorros, o hacer el esfuerzo de entrar a la tanda del trabajo para alcanzar algo cada determinado tiempo.

Y para cuando ese extra llega, ya lo tenemos más que comprometido. Del aguinaldo no hablemos por ahora, pero ese dinero también ya está más que comprometido y gastado o empeñado.

Ya en serio, el ahorro familiar tiene que ser una tarea a comenzar desde ya. No es posible que los niños tengan mejor hábito que nosotros en casa por lo que aprenden en la escuela; o a ver, a mí me han llegado comentarios de niños que dicen ser fuente de crédito para sus papás con sus ahorros, y que luego tiene hasta problemas con la cobranza.

Empecemos por definir qué entendemos por ahorrar, porque eso de irse el Buen Fin a las compras del dos por uno, o alcanzar la rebaja del cuarenta por ciento en zapatos, o el remate de prendas por fin de temporada, eso no es ahorrar.

Recibir el pago del sueldo quincenal, mensual, de la pensión jubilatoria, o del tiempo extra, y ocuparlo en los compromisos y esperar que algo nos sobre para poder guardarlo, tampoco eso es ahorrar.

Tener una alcancía de cochinito y asaltarla a la menor provocación tampoco es un buen hábito de ahorro.

¿Sabe por qué los niños sí pueden ahorrar y tienen mayor disciplina para hacerlo? No me salga con que ellos no tienen obligaciones como nosotros de adultos, porque muy a su manera, pero también tienen sus gastos, antojos y necesidades.

Sin embargo, ellos ahorran porque tienen sueños; se proponen una meta, y hacen de ella un objetivo. Se disciplinan para no gastarse el dinero que reciben, hasta juntar el precio de lo que desean hasta que lo consiguen.

Nosotros, no. Nos hemos perdido en la inmediatez para satisfacer lo que deseamos, y somos buenos para las excusas. Ejemplo, si desea otro par de tenis, aunque ya tenga dos, lo compra, aunque sea a crédito, pero lo compra, peor si lo ve en oferta porque se compra dos más.

Vivimos de deseos, no de sueños, y para ahorrar y también para vivir, es importante tener sueños, fijarnos metas, convencernos de que podemos ahorrar para tener casa propia con un método diferente a aceptar un crédito hipotecario de esos que tienen mensualidades criminales.

Y si ya lo tienes, ¿por qué esperar que pasen los veinte años que te dieron para pagar?, porqué mejor no establecer como una meta el ahorro para pagar en menos años, si somos ambiciosos quizá en una tercera parte. ¿No puedes? ¡Claro que puedes!

Cómo nos vemos dentro de diez años, tendremos la misma fortaleza y salud para desarrollar el trabajo que hoy nos da el sustento, ¿por qué no pensar en el retiro desde ahora?, ¡pero si tengo apenas veinte años!, pues es muy buena edad, porque debes ahorrar por lo menos el 20 por ciento de tu ingreso.

Seguramente tendrás ideas e imaginación para conseguir por medios lícitos, legales y morales los recursos que necesitas para lograrlo. Olvídale de la botella de plástico con monedas que al año te da los 3 mil 300 pesos.

Cierra los ojos y sueña qué quieres lograr, quieres salir de deudas, quieres terminar de pagar el auto; eso que necesitas te dará el primer impulso para comenzar, lo demás se hará con disciplina y fe. Únase ya a la Jornada Estatal para la Defensa del Patrimonio Familiar.

www.elbarzonrc.org

elbarzonrc@yahoo.com.mx

@terecarbajal

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